Cielo encendido

A veces el cielo se enciende, gracias a la luz solar que, al amanecer o al atardecer, tiñe a las nubes de rosas más o menos pálidos o más o menos fuertes, de naranjas y hasta de rojos furiosos que se funden con blancos y grises.

Comparto algunas fotos de ese maravilloso paisaje encendido que, por momentos, parece la obra de un gigantesco artista de circo que escupe lenguas de fuego.

En ocasiones semeja la salpicadura de gotas de sangre amplificadas por un enorme microscopio. Y otras, el firmamento es como un campo de deliciosos copos de algodón rosados...

Solo hay que dejar volar la imaginación y descubrir imágenes en esa caprichosa combinación de colores y formas.





















































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